Trescientos sesenta y cinco días convaleciendo
después de ver de cerca la muerte
acariciaba su cuerpo el ardiente sol de Febrero
el mar la envolvía en caricias de agua celeste
el cielo estuvo callado prestándole su silencio
Verano del Sur del mundo
un sauce a orillas de un río le ofrecía su abanico
decorado de algas verdes.
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Se estremeció de pronto con aterradora violencia
sus hijos se aferraban a ella cual hormigas
el mar amante trocó en mar enfurecido
arremetió sin piedad
a muchos atrapó en sus brazos...
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REGISTRO EN PROPIEDAD INTELECTUAL.
REGISTRO EN PROPIEDAD INTELECTUAL.
Bello poema y bella voz,me ha encantado...un besote.
ResponderEliminarGracias Fibo por tan alentadoras palabras.
ResponderEliminarUn gran saludo para ti.
Bello poema y triste, la naturaleza a ceces es dura.Un abrazo.
ResponderEliminarEn Chile se decía (al menos en el pasado), "la vida es de dulce y de grasa", y los que amamos las letras, volcamos en ellas, el dulce y la grasa.
ResponderEliminarGracias Mª Carmen, cariños de Fran.
Querida amiga, hace cuatro años y con una amiga chilena ,Nury Escorza, visitë tu ciudad, Viña Del Mar, Santiago de Chile, las casas de Neruda, todo bellisimo.
ResponderEliminarTengo allí grandes amigos ,Carlos Calderon , Maria Luisa Tello, Larraona y otros a los que recuerdo por su nombre, pero que dejaron en mi corazón un sentimiento que nunca podré olvidar.
Desde hoy también te cuento en el grupo y si quieres puedes dejar tu huella al terminar el blog, donde guardo la foto de todos los que me acomañan día a dia
Besitossssssssssssssssssssssssssssssssssss
Lydia Raquel Pistagnesi
Lidia, fue un gran agrado visitarte, quisiera hacerlo más a menudo, gracias querida por tus hermosas palabras sobre mi país y su gente. Encantada volveré por allá.
ResponderEliminarrecibe un gran y cariñoso abrazo.
Francisca.